Todo me lo diste, todo:
el ritmo azul de las cunas
en cuentos maravillosos
glosados de suaves músicas…
Las palabras melodiosas
divinas como el silencio,
las rosas de nieve y oro
perfumadas de secretos…
Las albas anunciadoras
de los venturosos días
henchidos de primaveras
refulgentes de sonrisas…
Las pálidas nebulosas
de los cielos taciturnos,
la soledad, el olvido
y la paz de los sepulcros.
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