Hoy la primera lluvia silenciosa
cae sobre el jardín serenamente,
temprano otoño brota de la fuente
y huye la primavera de la rosa.
Huele a la tarde aquella deliciosa
de no sé dónde -¿en dónde fue?-. Se siente
una quietud pasada en el presente
y un recuerdo vibrar en cada cosa.
Reclinada en mi hombro tu cabeza,
vemos caer la lluvia en los rosales
con un blando rumor y movimiento
que da al jardín una ideal pureza
y hace brotar promesas inmortales
en mi tranquilo y alto pensamiento.
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