Hoy que amontona fiestas y alegrías
la madre más fecunda y la más santa,
dando a sus buenos hijos toda cuanta
honra les dio partida en muchos días,
subid, deseos y esperanzas mías,
donde se goza lo que aquí se canta,
sin temer la grandeza que os espanta
de aquellas celestiales jerarquías.
Penetrad los palacios soberanos
hasta el trono do asiste el Rey que juzga
y gobierna y sustenta a los mortales;
y ved si entre sus nobles cortesanos
habrá por gran favor quien me introduzca
siquiera en el zaguán o en sus umbrales.
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