A decir verdad, la lluvia no habla
de ti.
Sí que hoy te confundí. Y ya van cuatro
entre la multitud.
Dejé que cayeran mis ojos al suelo
para que las personas adultas
al pasar no lastimaran mi amargura.
Y al entrarme de regreso en casa
encontré tu ausencia diseminada en el piso.
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