mom semblable, mon frére.
Baudelaire
De qué herida vendrá el que te hiere.
Así, tan de filo, lujosamente.
De cuánta hambre o sed.
De qué adolescencia
humillada. De qué niñez
a golpes enterrada.
De qué piel perdida
o inútilmente deseada.
De qué desnudez
cortante como navaja.
De qué herida reciente
o lejana. De qué roto sueño.
De qué pronta muerte.
De qué primer muerto.
De qué, de quién vendrá a herirte
como si fueras un dios;
tú, tantas veces herido,
y tantas como él heridor.
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