Intermediario ser, anfibio alado.
Amor hecho de raptos y de ausencia,
a otros alimentaste con tu ciencia
desposeyéndome del esperado.
Bien sé cómo eres, aunque disfrazado
cruzaras tantas veces mi dolencia,
haciéndome creer que era experiencia
de ti lo que ni apenas tu recado.
Ahora, burlada, llega el importuno
labio de quien te sabe a repetirme
tu nombre con informes y resabios.
Condenada a la espera y al ayuno
no te alzaré la voz ni habrás de oírme
porque la soledad no tiene labios.
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