(Poema en tres tiempos)
I
Como un niño, jugaré con mi sombra
sobre la arena pálida.
Jugaré con la sombra de mis dedos
dibujando figuras sobre el agua,
al borde de la fuente, detenida.
Jugaré a perseguirme por las gradas
donde bailan las hojas del otoño,
e iré llamándome en distintas voces
para escuchar que el viento me responde.
II
Del mar hacia la sombra;
de la noche hacia el viento.
Girasol, girasol,
dolor inmenso, mundo de soledad,
herido cielo.
Te nombro entre la espuma,
te adivino en el sueño,
vago por los caminos
murmurando un lenguaje que no entiendo.
Caracol, cascabel, secreta música,
mariposa de luz entre mis dedos.
III
Todo está ya cumplido.
Ahora sólo quiero
reclinar mi cabeza y dormir.
Todo lo que era llama se convirtió en ceniza.
El mar calló su coro de tempestuosas voces.
El viento sus laúdes.
El corazón, su enigma.
Con las manos atadas,
con los ojos vendados,
¿hacia qué noche,
hacia qué oscura y larga noche
camino sin descanso?