La acacia llena de luna
gime en la noche de plata.
Setiembre pasa con una
vibración de viento, larga.
Luce dispersa la bóveda
y mi aliento se recoje,
oyendo la vaga charla
entre acacia, viento y noche.
¡Ay, que mi alma lloraría
y me pesa como el barro,
frente a la noche, que avanza
toda vestida de blanco!
¿Ha sido la acacia bruna
o de mi alma un lamento?
Setiembre pasa con una
larga vibración de viento.
Versión de José Agustín Goytisolo
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