¡Es ella..! Amor sus pasos encamina…
Siento el blando rumor de su vestido…
Cual cielo por el rayo dividido,
mi espíritu de pronto se ilumina.
Mil ansias, con la dicha repentina,
se agitan en mi pecho conmovido,
cual bullen los polluelos en el nido
cuando la tierna madre se avecina.
¡Mi bien! ¡Mi amor!: ¡Por la encendida y clara
mirada de tus ojos, con anhelo
penetra el alma, de tu ser avara..!
¡Ay!, ¡ni el ángel caído más consuelo
pudiera disfrutar, si penetrara
segunda vez en la región del cielo!
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