Como ya no me quedan lágrimas en esta noche
esperaré para llorar tu ausencia con la lluvia.
Mientras tanto viviré en el último silencio
que me dejaste derramado por tus labios
para seguir amándote.
Cuando ya no me quede dolor en esta noche
entonces llegaré hasta tu balcón para morir
convertido en el sol que ilumina
y traspasa cotidiano tus ojos.
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