En la cruz murió el hombre un día,
Pero se ha de aprender a morir
en la cruz todos los días…
José Martí (El presidio político en Cuba)
Fui a la muerte sin zapatos ni virtudes,
lejos de sombras y huesos,
cáscara de lamentos.
Envejecí en tres días y dos noches
secundando los pasos de las calles ausentes.
No me vi titubear cuando la rosa me pidió un deseo.
Ayer fui un árbol lamiendo sus raíces,
caudal de libros estacionando pájaros,
desventuras de una enciclopedia.
Ayer fui un eclipse de gaviota
lanzando a sus adentros
cuatro vientos de marea.
Hoy
soy solo una estampa
en la vida de los olvidados.
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