¿Dónde estará en esta hora la risa de Nacxit?
Trabajando con adolescentes bien alimentados,
saludables hasta el fastidio,
veo por la ventana el edifico del Hospital ‘Benjamín Bloom’.
Allí Nacxit fue examinado como un conejito.
Su pecho fue curiosidad para el pediatra
y su corazón una perspectiva
para el estudiante de medicina.
Allí anda mi hijo como si no tuviera nada
y aquí en el recuerdo
viene a darme un beso a hurtadillas.
Es el cachorro pequeño,
se comporta como si su corazón
no estuviera a punto de quedar sin estrellas.
¿Dónde estará la risa de Nacxit?
En mis sienes,
en mi frente,
en mi alma
hay un rostro que anhelo.
Trabajo con muchachos saludables hasta la crueldad,
afuera la tormenta sacude los edificios y los árboles.
¡Oh! Dios,
es una de esas ventanas que miro desde aquí,
Nacxit lucha por reír.
La lucha de Nacxit de Julio Iraheta Santos
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