Ayer miré a Diógenes caminando por la playa.
Sigiloso escondió su lámpara en el viento.
Miró hacia mi cabaña y seguro de la soledad
escribió en la arena: ¡BUSCO UN HOMBRE…¡
Y se perdió en el mar.
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Ayer miré a Diógenes caminando por la playa.
Sigiloso escondió su lámpara en el viento.
Miró hacia mi cabaña y seguro de la soledad
escribió en la arena: ¡BUSCO UN HOMBRE…¡
Y se perdió en el mar.