mira que si estuviera destrozada
si ya fuese leña algún oscuro invierno
la mesa
la mesa de billar ya desechada
donde aquella sirvienta contaba obscenidades
y todos nos reíamos
enamorado tú?
qué tiempo en la cocina!
el cielo raso lóbrego
corrían los ratones dios qué risa
mi madre; mira mira los ratones
cómo se están volviendo a su agujero
la cortina de trapos amarillos
las cadenas
que oímos una noche de tormenta
tú patinando por aquel casino
con tu cara oriental
y nada que creí morirme
de amor
lo cierto es que te llevo muy adentro
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