A Nina, en el recuerdo.
Todo lo abandoné:
Cavé las olas, arranqué los sueños,
Dije a la nada adiós,
A todos adiós,
No pronuncié tu nombre
Porque ya estaban lejos sus letras repetidas.
Todo lo abandoné:
Sigo mi viaje,
De nuevo estoy de paso.
Sobre París cae el calor de agosto.
Salgo a las calles,
Voy a las plazas,
Me detengo en los puentes
Y cual hombre común
Veo correr las aguas reverberantes del Sena.
Estuvimos en la noche más corta
Que hubo sobre la tierra:
La noche era una línea
Y la línea un reflejo
De la noche esquimal.
El norte se nos vino de pronto sobre la luz del río,
Río heroico plomizo
Que otra vez en septiembre cruzarás
Con el otoño que hará flamear
Las hojas amarillas
Junto a los muros de la vieja y callada fortaleza.
Todo lo abandoné:
En mis pupilas queda un poco del verde de tus ojos,
Y solo, aquí, junto a otra edad,
En otro meridiano
Quiero buscar en este nuevo río
Algo que me recuerde
Nuestras frecuentes marchas junto al tuyo.
Todo lo abandoné:
Dejé tus peces frescos alejarse hacia el alba.
Ya no pude quedarme a esperar tu regreso.
Cuando de nuevo vuelvas
Y preguntes mi nombre
Contestarán mis pasos
A lo largo de aquellos poblados corredores.
Te digo adiós,
Me voy,
Vuelve la noche
Y el viaje no termina.