La nostalgia de mi tierra,
de mi campo, el de otro tiempo,
me anda siempre por las sienes,
la nostalgia de tierra.
Me anda siempre por las sienes
y se me asienta en el pecho.
A veces es nube y pájaro,
a veces galope y eco,
a esa majada, esa tropa,
y yo silbando, tropero.
Paisanos de serio rostro,
ancha mano y gesto lento,
paisanos de serio rostro,
cuando me ausento a las veces,
cuando me ausento a las veces
al paso me los encuentro.
De noche veo fogones
con ruedas de mate y cuentos.
De noche veo fogones
y el llanto de las guitarras.
Y el llanto de las guitarras
que a rachas me trae el viento.
La nostalgia de mi pago
me pone triste el acento.
Viene de allá, campo afuera,
y se me va pecho adentro.
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