Volveremos a subir’
los peldaños granates de las tardes.
Pero antes, deja que se vaya
todo lo que te abandonó o abandonaste
y adivina quién
lee tus libros y escoge
para ti palabras
que se pronuncian o se callan
sin olvidarse nunca.
Flor de agua entre las manos,
bolígrafo y papel, adivina
quién enamora la luz de invierno
sobre el cesto de fruta de Caravaggio.
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