Si entre fe e incredulidad
un soplo apenas se mide
y el mismo espacio divide
al error y a la verdad;
si induciendo de esta suerte
hemos de llegar al fin
a suprimir el confín
entre la vida y la muerte;
si este lapso de un aliento
también me aparta de Ti,
sin dejarme alzar de aquí
mi vuelo por un momento;
¡Oh, Señor!, ¿qué puedo hacer
para ser uno contigo,
si de mi ser me desligo
y no puedo a Ti ascender?
¡Oh, qué secreto angustioso!
¡Oh, qué enigma impenetrable!
¡Qué ansia tan insaciable!
¡Qué dolor tan delicioso!
Añadir un comentario