Una vez regresado a tu madre
¿sentirás todavía
sobre los labios
los besos que te he dado como un ladrón?
¡Ah, ladrones los dos!
¿No estaba oscuro en el prado?
¿No robábamos a los chopos
la sombra en tu bolsa?
Los conejos se han quedado
sin hierba esta tarde,
y tus labios robados
besan la primera estrella…
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