Lágrimas que dejé tras la montaña.
Ojos que no veré sino en la muerte.
A través del adiós, ¿quién me acompaña
si mis ojos que ven no pueden verte?
Lágrimas y ojos que estarán mañana
tan atrás del ayer.
Aquí, donde no se abre la ventana:
aquí la tierra mana
lágrimas y ojos que no te han de ver.
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