Viuda de ausencia toco la mañana,
es tan igual invierno y lejanía,
que quizá se pudiera se podría
abrir la noche junto a tu ventana.
Al gallo inútil con su inútil diana
en el alba su canto estrellaría,
no pasaría el sol no pasaría
envuelto ya de noche en su sotana.
Viuda de ausencia tomo mi destino:
saco mi llanto del profundo pozo
y con él riego cáñamos y lino.
Esta mañana no arderá mi gozo,
que el alba huele a sal y sabe a trino
enredada en la niebla del sollozo.
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