De ninguna parte llega. ¿Partir?
No existe la mágica palabra que rompa
esta costumbre del ojo, este silencio
sonoro de dardos. La primavera, el lujo
de los años y de la luz, se perdía ahora
en el camino vencido. Las esperanzas
han muerto a tiempo. De nuevo, todo es perfecto
a lo largo del vacío: la lenta lluvia
no va a parte alguna.
Versión de José Batlló
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