Cae quieta la lluvia,
                   lo abierto mana.
Cae la lluvia, cae sobre
la espera,
en la caída la lluvia es su camino
                                           y el camino su llegada.
Hay que osar lo abierto y la caída:
                                                 el desierto de la sed
                                                                        no la sed del desierto.
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