lo espera tras la puerta, el pelo
corto, a oscuras, brazos
del cuerpo separados, aguarda
su llegada tras el cristal y corre
hacia la puerta cuando lo ve venir,
quieta espera a que la abra, casi
le asusta, era broma, dice,
hace un tiempo que no evita esos gestos,
se desliza como huyen las letras, mira
con allanada expresión pero percibe
cómo se escapa, querría
poder hundir el rostro en él
¿somos formas cerradas o vivimos
sueltos e intentan
los ojos sujetarse? ¿somos presos
atados a estos hilos? el delantal
bordado de arabescos y flores
lo sostiene (hundir el rostro
en él), luego él intenta sostenerla,
abrazarla mientras se desliza
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