Tiene particular fuerza la noche, como para
adormecer los cuerpos, ansí también para despertar
las almas y llevarlas a que conversen con Dios
Fray Luis de Granada
¿Qué velo arroja violentamente la noche sobre nuestra mutua presencia que cuando arremete, en la humildad de tu alcoba atestada de libros, te sale de la garganta lo que no te sale de día, lo que se duerme en tu vishuddha² a la luz del sol y despierta con los sentidos al atardecer? Halo de la oscuridad que nos encierra como estuche en nuestros sentimientos quebradizos. Halo de las horas negras que disipa la luna como péndulo en el cielo estrellado, tan lento que nadie advierte cómo oscila, salvo tú con tus ojos desdoblados, tú con tu tacto que también se desdobla y viene a tocarme sin necesidad de mover la mano, cadáver en tu regazo.
Noche a veintiocho grados de Sagitario, noche a siete grados de Virgo en una casa desconocida, la número trece.
² En la India, centro de energía que corresponde a la garganta.