Más allá de la vida,
triste como una selva abandonada,
miro irse las horas
en las lunas, los pájaros y el agua.
Tu corazón sonríe
sin mirar mi fatiga.
Te arrancaron los ojos
¿en qué calle siniestra de la vida?
Yo me iba al futuro
como oliendo una flor
y presentí mi muerte
en el trémulo hilo de tu voz.
Yo me iba al futuro
con los brazos abiertos en la luz,
como se van las almas de los muertos.
¡Voy al futuro caminando aún!
Como a un infante triste
te llevé de la mano
por mis sendas dormidas
en un claro perfume de alicanto.
En haces de centellas
fulgió mi corazón. ¡No lo miraste!
Más allá de la vida está llorando,
como un niño en los brazos de su madre.
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