A la sombra más pegada del muro
Apenas se le nota;
No sin insistencia se remueven
Los tonos y las líneas cercadoras.
Así la suerte del correo insensato.
Entre amantes, amigos o enemigos
Su propia vida pasa prontamente:
No otra ya tendrá.
¿Recibiste y llevaste las frecuentes
Oleadas de tu dicha o tu desracia?
¿o sólo eres
Aquel que observa y que registra
la vida de los otros?
Torpe y secreto mejor que fascinante,
Dueño de tu latín más que del de otros,
Hablando tus ficciones, tus dolencias,
Tus vicios, tu existencia,
Aunque relates
Materia de distintos lais.
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