Me pongo a temblar en la noche llena de sonidos. Absorto en mi labor, no me doy cuenta que el tiempo transcurre.
Mi oficio es como la lluvia: acariciar, penetrar, hundirme. Observo la tinaja oscura. Alumbro una lámpara
en mi duermevela. Siento mi arruga y mi enigma, pero ¿dónde elhallazgo por venir, o una mañana clara en las calzada?
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