Yo te miro en un niño de la calle,
cofre arriba limpiando un parabrisa
con la carita ayuna de sonrisa,
(ni una razón a que la risa estalle).
El vidrio diáfano ‘¡qué no se raye!’.
Mientras el porvenir del sin camisa:
violado por cualquiera, droga, prisa,
ganador de la vida en bocacalle.
Oscura piel de mugre sin aseo,
mirada con dureza que me embiste,
un sólido rencor que deletreo,
huesos al aire, niño que resiste.
Y ahí, aún en pie, ahí te veo
México de mi vida, imagen triste
Diciembre 4 de 1995
Añadir un comentario