Amada, no ames demasiado tiempo:
yo amé mucho, mucho tiempo
y me pasé de moda,
como una vieja canción.
Durante nuestra nuestra juventud toda
ninguno podría haber distinguido
sus propios pensamientos de los del otro,
de tal modo éramos uno.
Mas, ay, en un minuto ella cambió
-oh no ames demasiado tiempo
o pasarás de moda
como una vieja canción-.
Versión de Enrique Caracciolo Trejo
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