Oscuro amor… Tu muerte es ya mi muerte.
Más allá de este mar, ¿qué extraña orilla
cobijará mi náufraga tristeza?
Me evadiré del viento
que transita en mi sangre,
sacudiré mis lágrimas
como las largas crines de un caballo salvaje.
Quiero partir contigo,
sin mí, por los senderos
extraños y remotos
por donde vas a ciegas, tropezando.
Te seguiré sin lástima y sin gloria,
mendiga de unos ojos,
de una voz, de una mano cercenada
en el umbral del sueño…
Te seguiré hasta allí donde tú acabas
para acabar contigo.
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