De ti sólo tu fuego,
la palabra desnuda,
la mirada de un océano
y el silencio de un beso naufragando
por la ribera del Sena en un cuadro de Chagall.
Fíjate qué poco quiero:
ser solamente un pincel sangrando
madrugadas eternas
en la carne temblorosa de tus senos.
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