Por un sevillano rufo a lo valón,
tengo socarrado todo el corazón.
Por un morenico de color verde,
¿cuál es la fogosa que no se pierde?
Riñen dos amantes; hácese la paz;
si el enojo es grande, es el gusto más.
Deténte, enojado, no me azotes más;
que si bien lo miras, a tus carnes das.
Añadir un comentario