¿Qué puedo hacer con este cuerpo mío irrepetible,
que me ha sido dado?
¿A quién, dime, debo agradecer,
por la apacible alegría de respirar y vivir?
Yo soy el jardinero y soy la flor,
En la mazmorra del mundo no estoy solo.
En la eternidad del cristal ya se ha esparcido
Mi aliento y mi calor.
En él está impreso un signo,
Irreconocible hasta hace poco tiempo.
Ojalá la bruma se diluya en los instantes
Para que no borre el signo amado.
Versión de Jorge Bustamante García
Añadir un comentario