Frustrado al ver tus senos formidables
confiados sin piedad a tu grueso paño,
no alcanzo a descubrir si es un engaño
lo que hay tras tus escotes insociables.
No sé si de misterios insondables
prefieres hoy cubrir tu pecho huraño
temiendo que su réprobo tamaño
te lleve a situaciones lamentables.
Rescatar del sostén tu seno hermoso
es casi una misión que busco ansioso,
pues de tus pechos -finalmente honrados-
no puedo resistir la prebenda…
Con tal que al verse libres de la prenda
no caigan hasta el suelo derrotados.
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