Tejedora incansable que en la noche y el día,
tejes calladamente las más gráciles mallas,
dime: ¿en el ritmo lento de tus labores hallas
alguna consonancia con tu melancolía?
¿Los hilos que se engarzan con sutil armonía
van fijando en la tela los ensueños que callas?
¿Se parece el recuerdo tenaz con que batallas
al vaivén perezoso de la aguja tardía?
Tejedora incansable: su labor es la de una
araña que hace redes, como gasas de luna,
para encantar las horas entre encajes sedeños.
Y yo soy cual la araña -de tus manos gemela-;
yo también vivo hilando, como sobre una tela,
sobre el dolor sumiso de la vida mis sueños.
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