Anoche, en un arrebato,
después de vaciar mi vino,
en las piedras del camino
rompí mi copa, insensato.
Era la embriaguez, por cierto,
la que tal acto inspiró:
Mas lo que la copa habló
me dejó de asombro yerto:
-«De tu misma esencia fuí
y tú de mi esencia fuiste;
lo que tú de mí hiciste
el Destino hará de ti».
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