Es tan deleznable toda poesía amorosa,
tan llena de ripios,
que no puedo dejar de escribirla.
Tú subviertes mi flácida rutina
y aun así desfallezco en cada línea.
Todo me incita a la modorra de los sentidos.
Única certeza
en estos tiempos de oprobio y ruido
tu lustrosa energía.
Especie a punto de extinguirse,
en la arena del sueño juego contigo.
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