Porque es tocar origen de los conocimientos.
Tocar las cosas simples, cotidianas:
mesas y platos, tazas, cucharillas,
el transparente cristal que nos separa
de las gentes, los árboles, los frutos.
Es tocar todo el ser, el existir,
saberse vivo, respirando y bebiendo,
tocando el vaso,
acariciando el aire.
Ha sujetado mástiles, velámenes y jarcias,
con el tacto orientado la nave entre las olas,
entre las rocas negras y las masas oscuras de los hombres.
Ha sentido sus dedos comidos por el agua,
hecha arrugas su piel y blanquecina.
Porque es tocar origen de los conocimientos
y el recuerdo es memoria de tu piel
tocada un día y convertida en mundo.
Tocada un día
y hecha universo, realidad invisible.
Por el tacto ya suya para siempre
en su mirada.