Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentado
y en una vieja plaza liberada
me sentaré a cantar por los ausentes.
Pablo Milanés
Cuando el terror de un avión
explote en grito vacío de Las Torres
y la tierra viuda se sacuda el luto
y sólo escombros habiten su vientre
y cadáveres cuelguen de su apagada voz
una estatua llorará por su pueblo de fieles
herida frente al mar
Cuando el enemigo sea una sombra huidiza
y las calles vomiten hijos de variada piel
las estaciones se fugarán del bestial ritmo intacto
que recorre a la ciudad de corazón herido
En el grito del hierro más cercano al hueso
que a la carne sucumbirán las anémonas
el cielo y los vientos verán caer sus alas
y el mundo será una ubre seca
que recordará todas sus lágrimas
todos sus estallidos y todas sus venganzas