Está de nuevo aquí, frente a la vida
que pasa y viene. Se contempla
en el rostro de cada sorprendido
individuo que cruza, que se mira y se marcha.
Está de nuevo aquí. El puente.
La salida del metro.
Las mesas del café. La pluma con que escribe.
Es la gente de siempre o ha cambiado,
y es cada cual que deja balbuciendo
una palabra abierta, un testimonio
de que circula el aire en sus pulmones.
Está de nuevo aquí. El río seguro
que corre abajo tras el muelle.
Sin duda el viento riza
las pequeñas orillas y despeina
el perfil tan hermoso de la joven
que atraviesa la calle decidida.
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