I
Moçuela de Bores,
allá do la Lama,
púsome’ en amores.
II
Cuydé de olvidado
amor me tenía,
como quien s’avía
grand tiempo dexado
de tales dolores,
que más que la llama
queman amadores.
III
Mas vi la fermosa
de buen continente,
la cara placiente,
fresca como rosa,
de tales colores
cual nunca vi dama
nin otra, señores.
IV
Por lo qual: «Señora
– dije -, en verdad
la vuestra beldat
saldrá desde agora
dentre estos alcores,
pues meresçe fama
de grandes loores .»
V
Dixo: «Caballero,
tiradvos afuera:
dejad la vaquera
pasar al otero;
ça dos labradores
me piden de Frama,
entrambos pastores.»
VI
-«Señora, pastor
seré si queredes:
mandarme podedes,
como a servidor:
mayores dulzores
será a mí la brama
que oyr ruiseñores.»
VII
Así concluymos
el nuestro proçesso
sin fasçer excesso,
e nos avenimos.
E fueron las flores
de cabe Espinama
los encubridores.