Dentro de estos cuatro muros
pretendí ocultar mi dicha:
Pero el fruto, pero el aire
¿cómo me los guardaría?
Hora mejor que pospuse,
voces que eran para mí,
camino que no elegí
destino que no dispuse;
!cómo os volvisteis oscuros!
!qué amargo vuestro sabor
cuando nos encerró mi amor
dentro de estos cuatro muros!
Entre tu aurora y mi ocaso
el Tiempo desaparecía
y era nuestra y era mía
sangre, labio, vino y vaso.
En perdurar se encapricha
mi sombra junto a tu luz
y bajo negro capuz
pretendí ocultar mi dicha.
Pero el fruto, pero el aire,
pero el Tiempo que no fluya,
pero la presencia tuya
fuerte, joven, dulce, grande;
sangre tuya en vena mía,
lazos a instantes maduros,
dentro de estos cuatro muros
cómo me los guardaría?
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