Toma esta rosa -amable cual tú eres;
rosa entre rosas bellas la más rosa;
diosa en flor entre flores la más diosa
de las Musas, la Musa de Citeres.
Recíbela y ofrécele piadosa
tu seno, pues mi corazón no quieres…
(Corazón, rosa mustia, nada esperes;
sangre sin fin tu herida dolorosa.
La rosa y tú han sólo una semblanza:
no más un sol la rosa tendrá vida;
¡mil soles tú pervives de esperanza!
Si al menos, corazón, rosa transida,
marchitarte pudieras en bonanza,
cual la rosa en su pecho recogida! )
Versión de Carlos López Narváez
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