Un pájaro con un cajón en la boca.
Un galeón de oro tripulado por ratones blancos.
Un pez que cuando nada a dos aguas desgarra
(el casco de todos los barcos.
Una hora de nuestra vida que no lograremos recordar.
Una botella de whisky vacía con la lengua de un náufrago.
Una palabra que no podré decir cuando me vaya.
Un vagabundo durmiendo bajo un puente.
Un barco cuya tripulación no conoce el mar.
Un error que volverás a cometer.
Una fantasía homosexual que te obsesiona.
Un verdugo aterrorizado afeitándose con una navaja (frente a un espejo.
Un vagón del subterráneo donde ella murmura:
(‘Todo está perdido’.
La soledad de un hombre que viaja por sus venas (y se pierde antes de llegar.
El dar vuelta los relojes para evitar el degüello.
El espacio interior vacío de un ataúd y el espacio que lo rodea.
El imán que no atrae ni a su sombra.
Una iglesia de sillas eléctricas.
El abanico fantástico con el que podrías
(atraer planetas hasta tu ventana.
Todo lo que cabe en un espacio similar al triángulo
(formado por el ángulo de inclinación
de la Torre de Pisa.
Nunca asesines a quien no amas.
Trafica tus segundos con la eternidad.
Tráfico pesado de Víctor Redondo
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