Surgiste de su propia nada
a mi presente.
En un revuelo de otoños a medio caer.
De la flor misma de mi árbol preferido.
Del grito que nunca di.
Del sueño que siempre tuve y jamás conté.
Y tuviste la piel del niño.
El canto de una vieja melodía …
Canción de cuna que extraño
cuando por las noches descubro que me asusto
con mi propio silencio
y comienzo a canturrearla
como si otra vez estuviera creciendo
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