Una ventana puesta al revés
llegará a ser la expresión
más nítida del universo
El tálamo donde se incuben
los centauros que alzarán
las columnas de fuego
para detener los cuatro vientos
en un esquizofrénico octubre
De cabeza
como el mar embravecido
irrumpe en la dermis bronceada
y descubre la catedral silvestre
para llevarla al fondo marino
A tientas las naufragadas naves
abrirán sus labios
para darle su verdadera razón
a la incomensurabilidad de lo estoico:
lo que no concuerda con nada
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