La experiencia presenta su lado de aventura.
Lanzarse en las entrañas de la vida.
Gozar de todas las primicias.
Tocar, acariciar las partes dulces de las cosas,
perderse en las avenidas entre las multitudes.
Llenar el tiempo en conversaciones con desconocidos.
Hacer juramentos incumplibles.
¡Oh el pañuelo blanco en alto!
Ella, la de rostro fugitivo, se calza las sandalias.
Las flores de agua cantan entre las barcazas.
Latitudes y paralelos áureos.
Mitomanías erráticas.
Vorágine de pasiones presentidas.
A veces la vida es una erupción mágica, cuando todo confluye en un latido
del corazón.
Llenarse los pulmones del aire enrarecido en las alturas, con oxígeno de las
playas.
Días y noches de todos los países.
Auroras inéditas.
Árboles, frutos nuevos.
Abrazos y besos repetidos.
Encontrarse con el amigo de la infancia en una ciudad de nombre difícil.
Atravesar el vidrio y perderse con la recién conocida en un laberinto
amoroso.
El viaje siempre tiene un lado indescriptible.
La ausencia es irresistible.
Pájaro en un cielo de paisajes cambiables.
Vientos propicios de Tilo Wenner
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