Dios ha hecho votos de silencio.
Habrá quien te hable de su indiferencia.
Te diga de él:
‘Dios respira un soplo de amapola’.
‘Dios cierra el estuche de tu corazón’.
Pero tú sólo sabes que Él no responde.
La vida es una navaja.
A defecto de respuesta,
habrás de soltar, abriendo el puño,
al águila real
que cambió la voz por el vuelo.
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