(Y, enterrado el silencio, ¿qué lenguaje
resiste? Tienes algo
de ensaladilla en la nevera. El martes
cumple años tu hermana, no te olvides
de llamar al despacho. Y unos pocos
trazaron esa raya.)
Íbamos al dolor sin desengaño.
Ahora vamos a él como engañada
va la mano a la falsa quemadura
en el miembro amputado.
De «La prisa» 1994
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